Ahora, un nuevo manotazo al PAMI: $ 2.330 millones.
No es la primera vez que la gestión se financia de dependencias públicas superavitarias (Anses, Banco Central, Banco Nación, etc.). Se le ha vuelto habitual esta forma de financiamiento desde que el venezolano Chávez dejó de ser el prestamista oficial. Se habla de la friolera de algo más de 60.000 millones tomados en 2010 considerando todo tipo de colocaciones: Letes, Bonar, Discount o Novac. Tal es la poca claridad de las operaciones vía decreto que no queda claro si ahora se está tomando nueva deuda o se prorrogan los préstamos "roll-over" anteriores.
Recurrir a reservas y deuda intraestatal para sostener los desequilibrios del Tesoro entraña el riesgo de que el país se involucre en un déficit fiscal financiado con impuesto inflacionario. Y financiarse de Anses o PAMI lleva, a la larga o a la corta, a hipotecar el futuro de estos organismos sociales.
El "préstamo" se devolverá en marzo y junio del 2011.
El Ejecutivo busca financiarse sin acceder al crédito internacional.
Fuente: Río Negro