jueves, 31 de mayo de 2018

AUMENTAN LAS JUBILACIONES

Las jubilaciones aumentan 5,7%, pero acumulan una pérdida de 7% desde octubre


A partir del viernes regirá el aumento en las jubilaciones correspondiente al segundo trimestre, establecido en un 5,69% a partir de lo que ocurrió con la inflación y los salarios entre octubre y diciembre de 2017, según quedó establecido en la nueva ley de movilidad previsional, que pondera la primera variable en un 70% y en 30% la segunda. El resultado de la variación de los precios y del índice Ripte que elabora el ministerio de Trabajo ya permite estimar el próximo incremento en 6,7% pautado para septiembre, en lo que sería el tercer ajuste de haberes del año antes del último de diciembre.
Con la reforma aprobada por el Congreso que cambió la fórmula del kirchnerismo el período de subas pasó de semestral a timestral, lo cual implicó un duro golpe al bolsillo del sector pasivo porque dividió en dos pagos un aumento que antes tenían de una sola vez. El viernes, cuando reciban el alza de junio, habrán acumulado un deterioro en su poder adquisitivo del 7,2% en relación a octubre, de acuerdo a estimaciones del abogado Adrián Troccoli.
Suponiendo un ingreso de $10.000, para que un jubilado no pierda debería haber cobrado desde ese entonces y hasta ahora $99.540, en cambio habrá recibido sólo $11.173, una diferencia del 7,2%, calculó Tróccoli.
“Si la inflación hubiera sido del 16% como proyectaba el Gobierno y los salarios también se movieran 16%, las jubilaciones terminarían 2018 con un avance del 24,6%”, estimó el especialista en temas previsionales.
Por el contrario, un escenario más realista luego de la corrida cambiaria con los precios subiendo 25% y los salarios un 23%, llevaría a los haberes a finalizar el año un 26,9% arriba en diciembre.
Es decir que por la disparada inflacionaria las jubilaciones terminarán con una movilidad mayor en términos nominales, lo que para algunos analistas e incluso dentro de la oposición evaluaban como un mayor gasto por fuera de las previsiones del Gobierno que, justamente, había querido evitar cuando se tomó la decisión (sugerida por el FMI) de empezar a actualizar los haberes por inflación en lugar de hacerlo por recaudación y salarios, como se hacía anteriormente.
“Con la movilidad anterior, las jubilaciones habrían cerrado con un aumento de más de 30%, que fue el promedio de los últimos años, ahora difícilmente superemos el 26%”, se diferenció Troccoli.
Los haberes habían aumentado 5,71% en marzo, y con la suba de 5,69% del viernes correspondiente al segund
trimestre, acumularán un avance de más de 11%. Con la vieja fórmula, el sector pasivo hubiera recibido en marzo un ajuste de 14,5% de una sola vez.
Por eso Troccoli considera equivocado asegurar que la movilidad actual terminará arrojando un mayor poder adquisitivo.
En tanto, con el incremento de 6,7% de septiembre, los haberes estarán un 19,2% respecto a finales de 2017.
La postura de quienes plantean que el nuevo escenario favorece la fórmula actual se basa en la caída de la actividad que se espera para el segundo y tercer trimestre que terminará perjudicando el nivel de recaudación y por ende, el cálculo para la movilidad semestral que hubiera habido en septiembre con la que utilizaba el kirchnerismo. Es que en los años recesivos, las jubilaciones perdieron frente a la inflación como ocurrió en 2014 y 2016, al tiempo que en los de crecimiento le ganaron a los precios.
Con el esquema actual se garantiza un “empate”, pero la situación será inlcuso peor de la proyectada por el Gobierno, ya que para esta altura se esperaba que los haberes estuvieran un 4% arriba en términos reales y finalizaran el año con una mejora del 9% si se cumplía la meta del 15%. Por el contrario, ahora los haberes apenas tendrán una ganancia de 2 puntos sobre los precios si en diciembre cierran con un aumento interanual del 27% y la inflación en 25%.
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